a lola le gusta escribir.

narrando mi cotidianidad.


los días malos

Ayer fue uno de esos días. De los puñeteros. De los que te dejan con la batería en negativo. De los que te sacan el vivir.

Pienso en la Loraine de hace cinco años y me alegra verla justo ahí, en el pasado. A esa los días puñeteros se le convertían en semanas puñeteras. Los días malos eran puerta abierta para la llegada de meses llenos de huecos y angustias. Pero hoy soy otra y los días malos son solo eso, días malos. Días que trato de aprovechar para practicar la ternura hacia mi misma y, de alguna manera u otra, el descanso.

No creo mucho en eso de que absolutamente todo lo que nos pasa es por una razón. Creo que hay días que simple y sencillamente son una mierda y no hay mas na’ que buscar. No todo tiene que ser una gran lección de vida. He tenido que hacer las pases con eso.

Y está bien. La vida es imperfecta, lo sabemos. No todo será como queremos que sea. No todo irá como queremos que vaya. Por eso creo que también tenemos que hacer las pases con esa necesidad de controlar cada cosa, eso solo exacerba nuestras ansiedades, nos drena y nos rompe.

Aunque confieso que hay veces en las que me agarro fuerte de los errores, pensando en qué cosas pude haber hecho mejor, he ido aprendiendo lo liberador que puede ser el acto de soltar.

Así, cuando llegan los días puñeteros y la batería no da para más, puedo sentarme con mis emociones, abrazarme a la autocompasión y reconocer que hay cosas que simplemente están fuera mi control, y eso está bien. Decido creer en que mejores días vendrán. Mientras los construyo, me doy el espacio para sentirlo todo, llorar los aguaceros que tenga que llorar y continuar.



Deja un comentario